Si es que nos lo ponen a huevo, joder, ostias.
El tal Juan Manuel, con su indumentaria habitual -que supongo tendrá varios juegos, porque como siempre sale con lo mismo puesto, pues uno va a empezar a pensar que es un poco espeso, el hombre-, nos deleita en este caso en el momento de su juramento del cargo como parlamentario andaluz.
En su línea, hace gala de un total desprecio por las instituciones de las que forma parte, así como un uso torticero, egoísta y desmesurado de la confianza que en el han depositado los pocos locos idealistas que siguen apoyando unas ideas basadas en los inicios de la era industrial, allá a finales del XIX, y tan caducas e inservibles como la historia se ha encargado de demostrar, tanto en el espacio -localizado en diversos países que han sufrido y aún, por desgracia, sufren sus consecuencias- como en el tiempo.
Aún así, los verdaderos demócratas tienen que soportar el compartir foro con individuos de esta calaña, del que se ríen hasta sus propios camaradas de partido.
Sinceramente, no sé si este hombre es un payaso, o se lo hace; es un pelele, o quiere presentar una pose para no desadherirse a ese sillón de la alcaldía que ostenta desde hace lustros, engañando a sus paisanos. ¿Realmente cree en lo que pregona, piensa que todos los demás están locos, opina que Palestina es de izquierdas, no se da cuenta de que el pañuelito ya está demodé?
No sigo, para qué.
Dicen que una imagen vale más que mil palabras, y un video más que mil imágenes. Aquí les dejo la toma de posesión de su escaño de este tipo que juró por Marx que si IU pactaba con PSA, él dimitiría como alcalde y abandonaría la política... sí, sí. Ya, ya.
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