lunes, 16 de mayo de 2011

Rave, ácido a mansalva

En los primeros noventa, se montaban fiestas rave, caracterizadas, en primer lugar, por lo ridículo de la música. Es inaceptable tamaña agresión al sistema auditivo, si se posee un mínimo de educación musical, claro está. En segundo lugar, la abundancia de fumetas, yonkarras, piruleros, y meros colgados de la vida, hace del lugar un sitio de lo más detestable. En tercer lugar, y casi terminando ya, las pintas de la mayoría son, cuando menos, dignos de estudio en su horripilante concepción estética.
Esto no hay por dónde cogerlo, es horroroso de cabo a rabo.
Pueden ver aquí un tributo a tal forma de ¿diversión?, herencia de la subcultura desastrosa de los 80 -la peor década, culturalmente hablando, del siglo pasado-.

LO PEOR

Yo prefiero quedarme con esto otro, sin dudarlo un segundo:

esto sí es violencia

Antes:


Después:


Entre una y otra ha transcurrido dolor, bastante dolor, insomnio, sudor, temblores, y sobre todo muuuuchas drogas duras, las más duras.
Ha sido una experiencia violenta, ello casi me ha arrancado la vida, pero parece que mi organismo ha respondido satisfactoriamente, por desgracia para algunos, MUAHAHAHAHAHAHAAAAAA!!!!